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Y bueno, se vuelve como fanatismo futbolero, como en el argot mexicano se dice del club América, “Al América o lo odias o lo quieres”… y este día es una de esas cosas que no tiene tonos grises… habrá quienes lo queramos… pero también hay quienes lo odiamos… y aunque la mayoría de la gente lo vive dependiendo de la compañía que tenga en ese momento, siempre debes irremisiblemente que tomar un partido al respecto…

¿Qué, que piensa Iván del 14 de Febrero?... simple… ya no creo en él… y comienzo a tener mis reservas de si alguna vez le tome cariñito y lo arrope en algún lugar de mi corazoncito… y es que vamos, de que serviría después de lo vivido… pensar que en un “14 de Febrero” algo se podría resolver de las cosas que uno hace o deja de hacer los otros 364 días del año… y entonces es cuando el día carece de valor…

Y aunque como mi ex (y todas las novias y ex del mundo) dirían… podría ser el comienzo de algo… yo pienso que el día no debería de ser para (des)arreglar alguna (o muchas) diferencia(s)… no así… y menos el día en el que podrías reflejarte en cualquiera de las cientos de parejas que has de ver por la calle, quizá más felices o más tristes que la tuya… que clase de sadismo podría uno representar con eso…

Y bueno, el tema es más que basto y comercial en sí… tanto que quizá alguien más se vuelva mi “follower” (termino twittero) en esto del blog, sólo por haber escrito el tema más comercial de los primeros 4 meses del año... (claro, después de reyes y antes del día del niño), por lo que no importa si lo odias o lo quieres… quizá la controversia está en si debemos disfrutarlo como el paraíso-solucionador de todas las anomalías que tenemos en las relaciones que cruzan curiosamente con ese día…

Yo, en lo particular, no había pasado un “14 de Febrero” sólo en más de 3 años… y aunque no salí más que (como buen nómada) a comer a una plaza donde los establecimientos se mantienen por obra y gracia del espíritu santo… y claro, de los “leales” consumidores que asistimos ahí… la verdad es que no tuve mucho por ver, uno que otro con unos globos de considerables proporciones que quizá si no fuera por el peso-obesidad-generalizada-mexicana a la que tendemos, se los habrían llevado lejos, lejos…

De ahí en fuera, no hubo más… ninguna clase de masoquismo al respecto… no por salir a la calle tuve que sentir “pena ajena” (o propia) al respecto… sólo la duda desde hace dos días de cómo hubiera sido el susodicho día de haber tenido novia, (mi novia Jo)… pero ahora estando a casi nada de terminar el día, dejo claro que es mejor no haberlo pensado… no ponerse en escenarios tan fabulosos, románticos o “inescribibles” como para peder la objetividad de que este día por más que le busquemos… carece de todo sentido para muchos… y se vuelve un no aniversario para otros tantos…