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Shodō de mi historia inventada...

martes, 2 de marzo de 2010 , Posted by The Horror Vacui at 9:00

Y solía soñar con un día cualquiera… donde despertar a tu lado fuera la experiencia tan maravillosa que siempre fue... despertar y ver el reloj y pedirle al tiempo que se detuviera por todos los minutos posibles… olvidar todas las obligaciones que nos separan pero que también nos dan la vida que llevamos…

Y despiertas… con esa sutil muestra de querer dormir más… siempre más… y volver a perderte en los sueños que aún no realizamos… pero que seguro un día se harán realidad… y la inevitable obligatoriedad te hace levantarte…

Despertamos… la organización incoherente entre la hora en la que nos despertamos y las labores propias de un día de trabajo… despertar a la niña… verla sonreír tímidamente a sabiendas de un día más de escuela… bañarse… preparar un desayuno lo suficientemente abundante… pero a la vez, que le llame la atención a la niña… y a nosotros… el sueño todavía nos persigue… nos quiere hacer suyos…

Y nos vestimos… planchar la camisa y el pantalón… después de que tomaste la decisión por mi… por que dices “que así me veo más guapo”… y me gusta verte andar… cuando comienza a entrarte la histeria… de la hora… de lo que tienes que viajar… cuando la niña no está lista por que si por ella fuera, quizá no iría nunca a la escuela…

Y ayudo torpemente en todo lo que pueda… entre el sueño… la prisa… el que no sé que hacer o como hacerlo… y sólo sonrío… pienso en ti y en todo lo que hemos construido… en todo lo que hemos logrado… y me vuelvo creyente de que hay un ser superior… descubro lo agradecido que estoy en lo general con todo… por todo…

Haber librado todas las barreras del tiempo… espacio… humanidad… errores… aciertos… todo… absolutamente todo para bien y mal nos tienen aquí… y no dejo de sonreír idiotamente hasta que me sacas de mi realidad y me dices… “apúrate… vas a llegar tarde al trabajo” y tengo deseos de abrazarte ahí… y no soltarte nunca… mientras la niña, ya con el ánimo de ir a la escuela, nos interrumpe… y se mete entre ambos… y las abrazo… y son mías… para siempre…

Y salimos de prisa… como siempre… a ambas les doy un beso y las miro como si no existiera un mañana… sé que nos veremos en unas horas… siempre es igual… maravillosamente igual… y las veo subir al coche… y comienza a arranchar y les mando el beso al aire de cada mañana… y la sonrisa que me regalan… la que me viste de amor y me hace ir a trabajar…

Y veo pasar el día con la velocidad habitual… tanto trabajo… tantas cosas por hacer… una llamada tuya… un mensaje… y sigo sabiendo por ello que estás bien… y de pronto… como casi cualquier día… llega la hora de comer… y vuelvo a casa… siempre la ventaja de vivir tan cerca del trabajo… y sé que ya cocinaste algo… que me esperaban ratico antes… pero siempre habrá algo que no me permita salir justo a la hora deseada…

Hoy… no quería comer eso… pero cuando se trata de la cocina siempre eres más dueña del espacio que de otras piezas de la casa… aún así amo el hecho de que el momento familiar se prolonga… que tenemos la oportunidad de compartir eso… cosa que no cualquiera tiene… y lo amo más… valoro más aquello que tenemos…

Y el final de la comida es inevitable… y siento además de la pesadez de haber comido… y esa clásica sensación de no querer salir más de la casa y simplemente quedarme con ustedes… pero me incitas a volver… sabes y aceptas mi trabajo a veces con más ánimos que yo… quizá por que sabemos que falta menos para terminar el día juntos… unas horas más… y vuelvo…

Regreso de trabajar y pareciera que no nos hubiéramos visto en todo el día… es la parte favorita del día… un reencuentro, en las circunstancias que sean, siempre es un reencuentro… y las veo en sus actividades… tareas… más trabajo en casa… cada una entretenida…

Y trato de integrarme… de hacer algo por ambas… quisiera ser dos… para compartir con cada una cada cosa que hacen… y se llega la noche… nos sentamos a ver algo tal vez sin sentido en la televisión… pero lo que importa es que somos los tres… juntos… siempre…

Y decidimos dormir… la tarde y la noche nunca alcanzará para compartir más… el tiempo… ese que dicen que es más que la vida… tiene sus formas extrañas de desaparecer… y llevo a la niña a dormir… mientras tu, estás haciendo otra cosa… hay tantos días en los que se te acumula el trabajo… por el amor que le tienes…

Me encanta sentir como acaricia mi oreja… como me muestra su acercamiento con eso… y la amo… tanto como a ti… por esa fragilidad… esa inocencia que nos dice que siempre debemos tener algo de que sorprendernos… por eso mismo, es tan gratificante ver lo que aprende día a día… lo que quiere… lo que siente… así de simple… y me quedo minutos dormido junto con ella… hasta que siento tu mirada… el calor de ella… y te acercas y acaricias mi rostro… mientras nos regalas esa mirada de quien ve a sus niños… y así me haces sentir… tan niño… tan infantil… tan frágil…

Ya es tiempo de dormir… ver cerrar la luz de tus ojos... de volver a sentir tu calor en mi espalda… en mi pecho… y el beso que sella un día más… una batalla más ganada… un victoria más disfrutada… así como cada día de nuestras vidas… como el resto de nuestras vidas…

Currently have 2 comentarios:

  1. Anónimo says:

    Qué viaje, esto es magia!me has movido el corazón...

  1. Unknown says:

    Definitivamente este es el más hermoso de todos por el simple hecho de incluir a mi hermoso ángel... Si asi hubiesen sido las cosas, si realmente esa era tu historia ahora todo seria diferente. Es fantastico pero triste porque realmente eso era lo que soñaba, lo que anhelaba, lo que imaginaba que sería... pero no, es triste, fatalista...

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