Shodõ del País de Nunca Jamás
Parece de pronto tan irreal todo aquello, tan sublime... que te sientes el personaje de una cinta de ficción donde obviamente todo puede suceder... y tu eres el héroe… donde las calles son anchas y aún así sientes que no cabes... y los techos te parecen tan, pero tan bajos...
Es algo así como mirar de noche y de día un sol estúpidamente radiante... que no quema tus ojos y te hace mirar las cosas con una claridad de transparencia... es como si ningún rincón escondiera algo...
¿Acaso alguna vez estuve aquí? quizá si... cuando era un niño... y los recuerdos son tan vagos que seguramente entonces, no disfruté las maravillas de los paisajes y los arrecifes… los cielos plagados de estrellas… las nubes de terciopelo blanco, formando figuras irreconocibles… y nunca pude dejar una sola letra que hiciera prueba de que alguna vez estuve aquí...
Hoy, con el corazón maduro... con la consciencia de que el camino ha sido largo, largo... estrecho en ocasiones... sinuoso en buena parte... hoy puedo decir que de no haberlo pasado así... no miraría tan maravillado todos las letras multicolores, las hojas que danzan...
Hoy decidí cruzar aquella puerta pequeña por donde apenas cupe… aquella custodiada por todos los fantasmas y demonios que uno suele cargar con ironía… con soberbia y solemnidad… que te hacen pensar que todo aquel país está vetado para ti…
Hoy descubrí que estoy en el país del nunca jamás… lo que nunca has visto… lo que jamás imaginas… justo hasta que decides llegar ahí…
"Corazón maduro"... Quiero uno así. El mío es niño eterno... :D
Hermoso texto.
Besos