Logo

Parecías tan lejana, tan distante… aquella luz que miraba como un punto tan infinito y desde la esquina más lejana de mi habitación… Fuiste el sueño más sublime… la esperanza de que no todo estaba perdido… y en ciertas donde todo parecía pesadez seguías ahí… como ese punto que aunque se perdía entre la oscuridad total… seguía tan inquebrantable… como la esperanza de encontrarte…

De pronto parpadeabas como mirándome… como llamándome… solo como sonriéndome y deje de tener miedo de estirar mis brazos para alcanzarte…

Fuiste creciendo… como la felicidad en mis entrañas… como en todo lo que me rodea… de pronto dejaste de ser un punto para convertirte en una hermosa línea que crecía en dirección a mi…

Y sin dejar de mirarte, te sonreía… y a cada momento sentí que podía alcanzarte… inculcaste en mi las ganas por de nuevo levantarme… de dejar de estar con las sienes entre las rodillas, y simplemente tomar fuerzas para volver a comenzar…

Ahora eres más que ese punto… mucho más que esa línea… has comenzado a iluminar mis ojos con un resplandor completamente nuevo… has puesto una sonrisa en los labios que abre todas aquellas puertas cerradas…

No me he levantado… es cierto… y aunque sigo de rodillas… así te venero… te admiro… abro aquellas cortinas tan pesadas que oscurecían mi habitación… y puedes entrar en todo tu esplendor… abro mis brazos y te siento tan dentro de mi… llenando todos los espacios… llenándome de esa tranquilidad de tu ser que me hace estar en una paz indescriptible…

Termina de hacer tu labor… lléname que ahora eres esa luz entera… tan blanca… tan intensa… por lo que he aprendido de ti… por el tiempo en el que me has enseñado que la vida no fue ayer… y quizá no sea mañana… simplemente que es ahora que estás aquí… ahora que nos hemos cruzados y que el tiempo que dure… así será… y que mientras sigamos aquí… podremos tomarnos de la manos… sonreírnos y seguir adelante…

A ti la que aún sigue en el anonimato de mi corazón…